I'm presently living in the central highlands of Mexico and participating, for a fall semester sabbatical leave from San Jose State, in an intensive Spanish language/homestay program. Our teacher this past month (our third in the language program) asked us to write short compositions each night on topics of significance that she assigned for us. The experience was illuminating for me. I found I could write these short compositions in Spanish (see below), and that their very shortness forced me to write with a sort of vignette-like concision. Here's one I wrote during the next to final week in the program. I'll copy and paste it first in English and then in Spanish. The topic given to us serves as the title of this blog posting. Enjoy!
I'll start with a confession. The reason I did not write this composition yesterday was not just that I did not wake up in time for my alarm clock. It was also the subject itself: it made me feel very apprehensive.
While I do not fully understand why I'm so apprehensive about this issue, I'm pretty clear about some of the reasons, so I'll start with them.
Imagine a 20 year old young man who receives a summer scholarship to teach English in Hong Kong. The scholarship for the plane trip from Boston to Hong Kong includes the opportunity to visit some cities along the way. This young twenty year old decides to visit the cities of Delhi and New Delhi as part of his trip to Hong Kong.
He arrives in New Delhi in mid-June. The air is so moist and the temperature so hot that it’s difficult to breathe. He is staying at a youth hostel in New Delhi to save money, and the hostel has no air conditioning.
He remembers lying in bed at night and feeling the pressure on his chest from the heat and humidity. "Unless I consciously will myself to breathe in and out,” he remembers telling himself in the middle of the night, “I will stop breathing and I will die.”
The next day, traveling by bus and walking to see the Taj Mahal in Delhi, the young man's experience was even more memorable.
It was still hard to keep breathing in the heat and humidity, but now he saw the elderly on the side of the road that had lost the strength to keep going. These elders were lying beside the road. It was clear that they were about to die. "I am only one step away from these ancients," he remembers thinking to himself. "If I decide to give up and lie by the side of the road, I will die. I will be forgotten. I will vanish without a trace."
I was that young man. Even after all these years, I can not forget my sense of closeness to those elderly poor in India, dying by the side the road.
What is the value of my "western" sense of individual importance? Am I not, at a deep and important level, only one step away from those elderly Indian poor?
These are the questions that haunt me when I think about the problem of world-wide poverty. Maybe all we are closer than we like to think to those elderly poor in India. Perhaps our desire to eradicate poverty is just an example of western pride, unable to cope with the essential insignificance of humans as individuals.
Jonathan Lovell
October 2010
El desafío de pensar sobre la pobreza en todo el mundo
Voy a comenzar con una confesión. La razón por la que no escribí esta composición de ayer no fue simplemente que no me desperté a tiempo por mi reloj despertador. También era que el tema en sí, me hacía sentir muy aprensivo.
No entiendo completamente por qué estoy tan aprensivo acerca de este tema. Estoy bastante claro acerca de algunas de las razones, sin embargo, por lo que voy a empezar con ellas.
Imagine que un niño de veinte años recibió una beca de verano para enseñar Inglés en Hong Kong. La beca para el viaje de avión desde Boston a Hong Kong incluye la oportunidad de visitar algunas ciudades a lo largo del camino. Este joven de veinte años de edad decidió visitar las ciudades de Delhi y Nueva Delhi como parte de su viaje a Hong Kong.
Cuando llegó a Nueva Delhi a mediados de junio, el aire era tan húmedo y la temperatura tan caliente que le resultaba difícil respirar. Él se alojaba en el albergue juvenil de Nueva Delhi para ahorrar dinero, y el albergue no tenía aire acondicionado.
Recuerda acostado en su cama durante la noche y sentir en su pecho la presión a la baja del calor y la humedad. "Sin me fuerza de voluntar, de manera consciente, la respiración y aspiración, iba a dejar de respirar y podría morir", recuerda haber me dicho a mi mismo en medio de la noche.
Al día siguiente, viajar en autobús o caminando para ver el Taj Mahal en Delhi, la experiencia del joven fue aún más memorable.
Era tan difícil seguir respirando en el calor y la humedad, pero ahora veía las personas mayores por el lado de la carretera que tenía la fuerza para seguir adelante. Estos ancianos se habían acostado al lado de la carretera. Vi que estaban a punto de morir. "Yo estaba tan sólo un paso de esta gente mayor", él pensó. "Si me decidiera a dormir a un lado de la carretera, yo también moriria. Yo también quiero querría olvidado. Nadie se daría cuenta."
Yo era ese joven. Incluso después de todos estos años, no me puedo quitar de la mente mi sentido de la cercanía a los ancianos pobres de la India, muriendo al lado de la carretera. ¿Cuál es el valor de mi "occidental" sentido de mi importancia individual, si lo soy, a un nivel profundo e importante, tan sólo un paso de estos ancianos pobres?
Esta es la pregunta que me atormenta cuando pienso en el problema de la pobreza en todo el mundo. Tal vez todos estamos más cerca de lo que nos gusta pensar a los ancianos pobres de la India. Tal vez nuestro deseo de erradicar la pobreza es sólo un ejemplo del orgullo occidental, incapaz de hacer frente a la escasa importancia esencial de cualquier individuo.
Jonathan Lovell
Octubre 2010